El otoño nos ha pillado en el patio jugando con hojas de papel de periódico.
Primero a nuestro aire, con El otoño de Vivaldi, descubriendo nuestro cuerpo cuando descubrimos que hay tantas formas de bailar con ellas.
Luego el viento fuerte que son nuestras manos ha echado a volar las hojas, al hilo de nuestros sueños. Y las hemos pisado como alfombra mullida, y hemos oído la lluvia que suena cuando rasgamos el papel.
Hemos jugado a taparnos con las hojas, al ritmo de nuestros deseos, unos muy quietos confiando plenamente en el hacer de los otros; otros muy activos trabajando en equipo con suavidad, para no molestar al durmiente y que quedara bien abrigado.
Juegos de cuerpo, ritmo, y sobre todo amor. Cohesión, confianza, grupo, juego, emoción, amistad, risas, creatividad, como títulos que se amontonan en las noticias del periódico que hoy hemos de-construido en nuestro patio un grupo de 25 escolares de 3 años con la única fuerza de la libertad creadora de la infancia.
(Blanca Aguilar)